Según el Dr. Bach, “toda enfermedad no es mas que la manifestación física de un malestar, de un trastorno debido a una condición mental que altera el equilibrio del cuerpo”.
Gracias al Dr. Bach descubro entonces que cuando me costipo es porque estoy hasta la polla de Montilla y sus secuaces, de los consejeros y el político mierdoso con el que he tenido el placer de cruzarme esta mañana unas palabras super amables, pero en el fondo llenas de una mala ostia digna de algunas secuencias del Padrino.
Toda esta panda de casposos me causan estrés, y por lo tanto mi cuerpo se resiente. Engorda y se pone fofo, me hago viejo, me costipo, tengo arcadas de vez en cuando al ver el telediario, etc.
Lo malo es que según el Dr. Bach la manera de solucionarlo es esnifar flores, tócate los huevos, sus florecitas galesas, durante toda la eternidad. La solución según parece también pasa por pagar a supuestos terapeutas, charlatanes que se aprovechan de los gilipollas que se creen que sus florecitas sirven para sanarse y solucionar sus vidas. Vamos, menudo chasco.
Por eso he decidido comerme las flores, como solución casera, a ver si acelero el proceso y mi vida mejora. Llevo dos días a dieta de pétalos y aún no veo los resultados, pero tengo fe en esta estrategia.
Además, menos mal que Zapatero ha encontrado cómo solucionar la crisis: darle toda la pasta a los bancos, que ya demostraron lo bien que saben hacer las cosas. Mi vida está a punto de dar un vuelco.
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